El cuadro fue regalo de la Empresa RACA-Hughes SA al Ministerio de Bienestar Social rememorando un rescate de andinistas muy importante.
La empresa había ganado la licitación para mantener y operar los helicópteros del Ministerio de Bienestar Social.

Yo me desempeñaba como piloto de pruebas de los Hughes 500 que se ensamblaban en la Planta de San Fernando, BsAs. Un mediodía nos comunican que 2 andinistas norteamericanos y un neozelandés se habían caído en el Cerro Fitz Roy y había un herido y dos muertos, uno de ellos hijo de un senador de EEUU. Había que salir de inmediato. Despegué con un BO-105 rumbo al sur. Piloto y mecánico nada más. El Guaraní del Ministerio saldría también para darnos combustible en la estancia más próxima al lugar donde haríamos el campamento. Volé todo el día y toda la noche hasta llegar y rescatar al norteamericano Bill Martin a mediodía.

Los cuerpos de los otros dos estaban en una grieta tapados con hielo y nieve e iba a ser muy difícil sacarlos. El Fitz Roy es la cima de un volcán apagado con un valle circular a los 2000 m y con una pared vertical en el costado este de 3000m que tiene en algunos lugares ángulos negativos. Al sobresalir esa pared que está al este ataja los fuertes vientos del Pacífico metiéndolos hacia abajo y creando turbulencias y torbellinos muy peligrosos dentro de la olla. Luche contra el clima y la montaña durante 11 días hasta que pudimos sacar al otro norteamericano. La turbulencia era tan fuerte que varias veces casi nos derriba. La madre del neozelandés decidió que su hijo tuviera de tumba la montaña que tanto amó. Era de mucho riesgo seguir intentando porque estaba a mucha profundidad.

Este rescate tuvo repercusión internacional y si fracasábamos vendría de EEUU el equipo de elite que rescataba a los astronautas. Afortunadamente pudimos hacerlo y este cuadro lo rememora. Nunca antes me había pintado a mí mismo y menos en un helicóptero.

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